Muy sociable y muy bueno, juguetón y con mucha energía, no se cansa de correr junto a sus amigos durante los recreos. Se hace amigo de todos y con todos juega. Si a su adoptante le gustara el deporte, lo acompañaría encantado. Está castrado y es negatuvo de lesihmania, ehrlichia y filaria. Su primer encuentro con un gatillo ha sido bueno.

HISTORIA: llevaba ya días vagabundeando por un barrio de la periferia del pueblo. Tenía hambre, sed y miedo, porque he debido de llevarme más de una pedrada para echarme cuando me acercaba a alguien buscando ayuda. Una voluntaria de la protectora consiguió ganarse mi confianza con paciencia y salchichas y gracias a ella ahora tengo un hogar, El Hogar de Asís, donde estaré hasta que tú me des un hueco en tu casa y en tu corazón.

VÍDEOS: 

Adrian y gatillos