Muy bueno, tranquilo y sociable, se lleva bien con todos los perrillos y comparte chenil con tres compañeros. HISTORIA: Me trajo al refugio una familia que en su viaje a Madrid me encontró en una carretera de acceso a la autovía, a punto de cruzarla. Me llamaron y me atrajeron hasta ellos, apartándome así del gran peligro de la autovía. Me subieron a su coche y a su paso por La Carolina, buscaron el refugio y aquí me dejaron. He pasado los días de cuarentena solo en un chenil y han sido duros para mí porque soy un perrillo afectivo que necesita cariño, ahora, ya, junto a mis compañeros, se hace mucho más fácil mi cambio de vida. La familia que me dejó me puso por nombre Aarón y lo curioso es que respondo a ese nombre, ¡qué cosas!, ¿verdad?