Noble, muy bueno y apegado. Su pasado no ha debido de ser agradable porque cree que le vamos a hacer daño, por eso se muestra tímido y distante al principio, sin embargo, nos deja acercarnos y acariciarlo, aunque tiembla como un flan y hasta se orina. Solo necesita un poco de tiempo, paciencia y cariño para hacerle comprender que también hay personas que lo quieren y que nunca lo dañarían. Se lleva bien con sus compañeros y comparte chenil con dos de ellos. Está castrado y tiene sus analíticas al día, es negativo de leishmania, ehrlichia y filaria. Su primer encuentro con un gatillo ha sido bueno, se han relacionado con tranquilidad y respeto. HISTORIA: Me trajo al Hogar de Asís un hombre que dice que me abandonaron en la puerta de su cortijo, en medio del campo. Nada más se sabe de mi pasado, pero, cuando ven como tiemblo esperando siempre un golpe, piensan que nadie, hasta hoy, me ha tratado bien, sino todo lo contrario. No traje chip identificativo y nadie ha preguntado por mí. Ahora soy un perrillo del Hogar de Asís y aquí voy descubriendo que también hay personas que nos quieren