Un poco tímida al principio, pero pronto se muestra sociable, cariñosa, tranquila y muy buena. Se lleva bien con todos los perrillos y comparte chenil con su amigo Arturo. Le gusta jugar y correr en el recreo y se ha aficionado locamente a las salchichas. HISTORIA: En una gasolinera encontré a Arturo, un perro también abandonado, y una chica que trabaja allí nos daba las sobras del bar cada día, y con ellos dos encontré la amistad y la comida de cada día, sin embargo, con la lluvias del final del invierno no teníamos donde guarecernos y me llevaron a una nave hasta que encontraran una familia para mí, pero dejaron a Arturo solo. Menos mal que él me buscó y, aunque no lo dejaron pasar conmigo a la nave, yo sabía que estaba allí. Un día llegaron a recogernos a los dos y nos trajeron aquí, donde de nuevo estamos juntos. Los hombres hacen con nosotros lo que quieren y casi nunca es nada bueno. Deseo que tanto Arturo como yo encontremos familias que nos muestren que hay personas buenas que nos quieren de corazón.