Ha estado tanto tiempo encerrado que parece un cachorro que empieza a descubrir la vida y la vive con pasión. Tiene una gran energía que ha estado detenida y ahora quiere recuperar el tiempo perdido. Le encanta jugar con todos en el recreo y correr, también juega con el fregón, con la escoba, con todo lo que se mueve y no se cansa de que lo acariciemos. Se lleva bien con todos y comparte chenil con una perrilla. Está castrado y es negativo de leishmania, ehrlichia y filaria. HISTORIA: Fui un regalo que pasó directamente a la cochera, en la que he estado durante ocho meses, solo he salido a correr por el campo unas cuatro veces, el resto de mi corta vida he estado solo y encerrado. Al final me han traído al Hogar de Asís y, ¡ójala y me hubieran traído antes!, aquí he descubierto la amistad, jugar con los compañros y hasta con el fregón cuando lo mueven para limpiarnos los cheniles, correr, recibir caricias y comer alguna que otra salchicha. Todo es nuevo y maravilloso para mí y todavía no me creo que la vida sea así de bonita. ¡Cómo será la vida junto al calor de una familia!, ¿me ayudarás a descubrirlo a tu lado?