Tranquila, muy buena y cariñosa, es sociable, aunque al principio no lo parezca porque se muestra con miedo, sin embargo, nos dejó acariciarla desde el primer momento y en tan solo cuatro días se siente integrada en el refguio y busca nuestro cariño.Se lleva bien con todos los perrillos, pero ella prefiere estar cerca de nosotras y siempre que puede se viene a nuestro lado. Pronto será castrada y tendrá analíticas y test de gato.

HISTORIA: Las voluntarias del Hogar de Asís me vieron en una huerta, atada a una cuerda y al lado de un bidón, que era lo único que tenía para resguardarme del sol, la lluvia y el frío. Preguntaron al dueño del cortijo y les contó que en la casa en la que había estado ya no me querían y que le habían pedido a él que me llevara a su huerta. Entonces, las voluntarias le pidieron que les permitiera llevarme con ellas y aquel hombre accedió. Cuando llegué al refugio estaba muy asustada y apenas podía andar porque mis uñas estaban muy largas al no poder apenas andar atada como estaba. Solo han tenido que pasar cuatro días para que mi miedo desaparezca y me sienta muy a gusto. La vida me ha dado una gran oportunidad y deseo que me conozcas pronto y me lleves contigo. Ambos nos daremos alegría y cariño para siempre. No me olvides, te necesito.