Cada invierno, cuando el frío viento e La Mancha sopla y corre por cada uno de los cheniles, recordamos y agradecemos la gran ayuda que Stichting Anti Dierenleed aportó a su bienestar construyendo unos “túneles” corta vientos que han paliado en gran medida la fría corriente. Esos cortavientos evitan que el agua de los bebederos se convierta en bloques de hielo y que los perrillos pasen largas horas expuestos a la corriente de aire frío que les hacía enfermar antes de construirlos. En verano, cuando alcanzamos en Andalucía los 45 grados, también recordamos y agradecemos a Stichting Anti Dierenleed la construcción de tres pequeñas piscinas, en las que los perrillos se refrescan, haciendo que sus veranos en un refugio sean mucho más llevaderos y agradables mientras encuentran una familia que los quiera Nuestro agradecimiento y cariño a las personas que forman esta Asociación que, desde miles de kilómetros de nosotros, mejoran la vida de estos animalitos que han sido abandonados en nuestra tierra, Andalucía. Abrazos y lametones para todos ellos.