Un buenazo, cariñoso, sociable, cercano, tranquilo y mimoso. Todo lo bueno que se diga de él es poco, porque tiene un corazón noble y paciente. Se lleva genial con todos los perrillos y comparte chenil con tres compañeros. Está pendiente de castración y de analíticas. Su primer encuentro con un gatillo ha sido bueno. Ha buscado la amistad con el gatillo y ha esperado pacientemente su respuesta.

HISTORIA: Me han lanzado por la valla del refugio. He estado con la que creía mi familia durante un año escaso, posiblemente fui “un juguete” la Navidad pasada y esta he sido “un juguete roto” y no del todo, gracias a los refugios y los voluntarios que desinteresadamente nos cuidan y dan cariño para paliar nuestro dolor hasta que encuentran una familia que nos merezca. Soy muy bueno y estaré siempre a tu lado, créeme.

VÍDEOS:

Robín en el recreo

Robín y niñas